02/09/10

 

Vecinos de la zona sur frenaron el tercer tren de carga en dos días

 

Vecinos de la zona sur frenaron ayer el tercer tren de carga en dos días ocasionando el derrame de 1.750 toneladas de cereal. El lugar y la forma de detener el convoy fue siempre la misma: el martes por la mañana, antenoche y ayer alrededor de las 14, máquinas y vagones pararon de golpe en la vía del ex Ferrocarril Mitre (concesionada por la empresa Nuevo Central Argentino o NCA), siempre a la altura de Dorrego al 4700, barrio Las Delicias.

Mientras la firma ferroviaria radicó ayer su segunda denuncia penal en la semana, las hipótesis de por qué se repiten estos hechos en esta zona de Rosario corren más rápidas que los convoys: están quienes dicen que el cereal hurtado por las familias del lugar es codiciado por los criaderos de las zonas aledañas, y están también quienes sostienen que los vecinos, que hace tiempo reclaman un plan de vivienda, encontraron esta forma de hacer visible su miserable forma de vida al lado de las vías.

"Hace menos de dos semanas, acá en Uriburu y Oroño, se juntaron varios del barrio en un piquete pidiendo viviendas. Nuestras casas son peores que las de los animales, vivir al lado de la vía es vivir en la basura, entre las ratas, con el ruido y el temblor permanente y el miedo de que el tren te aplaste a un hijo", dijo ayer Lorena, con un sobrino en brazos.

Cada día. El primer día, tras la frenada, se provocó inmediatamente el derrame de 400 toneladas de maíz de las que se hizo la gente del lugar. Familias enteras se llegaron a las vías, con bolsas, baldes y carros para llevarse la carga que, en general, le cubría de amarillo un cuarto de la pantorrilla a cada recolector. Testigos del hecho aseguraron que en seguida se hicieron presentes coches y pick ups, desde donde se hacían ofertas de pago de entre 7 a 25 pesos el bulto.

Por la noche no hubo botín, porque el tren de la concesionaria América Latina Logística (ALL), que usa la vía de NCA, iba vacío. Y ayer prácticamente toda la carga de maíz y soja caída de un tren de 55 vagones quedó intacta a los largo de diez cuadras y sobre la vía, bajo la mirada de más una veintena de agentes policiales (de la Agrupación Cuerpos y la Guardia de Infantería) que advirtieron que los únicos que podían recoger los granos eran los empleados de NCA. La tarea no parecía fácil. El conductor de una pala mecánica contratada por NCA y que levantaba cada vez unos 2 mil kilos de grano le dijo a LaCapital, a las 18, que le quedaban "varias horas por delante". Su accionar a poco de oscurecer, en medio de la garúa y el frío, era observado por decenas de chicos que jugaban con el cereal y de adultos que esperaban pacientes con bolsas y baldes a mano. (La Capital)


 

 

 


Última actualización Martes 13-Jul-2010 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar